La adolescencia es una etapa de la vida en la cual conformamos nuestra identidad y dejamos de sentirnos niños, hasta entonces protegidos por nuestros padres, para empezar a enfrentarnos a la vida de una forma más autónoma e independiente, tomando nuestras propias decisiones y eligiendo nuestros propios caminos. Es una etapa de muchos cambios, desde corporales hasta sociales y personales. Es más que frecuente que durante esta etapa el adolescente se encuentre perdido pudiendo aparecer diferentes síntomas de malestar emocional: rebeldía, dificultades de convivencia, baja autoestima, problemas de identidad, aislamiento social, entre otros. Es muy habitual que aparezcan conflictos familiares fruto de esa búsqueda de identidad y autonomía sin saber muy bien cómo hacerlo, ni los padres ni el propio adolescente. 

En CALM Psicología, la atención psicológica en esta etapa de la vida supone básicamente un espacio en el cual el adolescente pueda sentirse libre de manifestar todas sus angustias, miedos, dudas, y sentimientos que pueda estar experimentando. Al tratarse de una etapa en la que se empieza a ser más autónomo e independiente y dónde hay muchas expectativas de su entorno tanto familiar como de los iguales, hablar sobre dudas respecto a qué hacer o cómo enfocar sus dificultades puede ser interpretado como señal de debilidad. La terapia le ofrece al adolescente un espacio neutral en cual poder manifestar y expresar sus sentimientos sin juicios, recibiendo un asesoramiento y un tratamiento individualizado que favorezca el desarrollo óptimo de su personalidad. También puede suponer un espacio óptimo para tratar los conflictos familiares, facilitar su resolución y procurar la armonía y buena convivencia en el entorno familiar. 

Por último, lamentablemente, está también a la orden del día en nuestra sociedad hablar de episodios de "bullying" o de acoso escolar. Es más frecuente que tengan lugar en las edades pre y adolescente. En CALM Psicología no ignoramos esta realidad y es por eso que también ofrecemos tratamiento para este tipo de casos, tanto si hablamos de agresor como de víctima, desde un enfoque multidisciplinar (trabajo con la escuela y la familia) y dando especial énfasis al entrenamiento en habilidades sociales y de resolución de problemas.