13 sep 2015
Ya está todo en marcha. Ya estamos en septiembre y quién más quien menos ya ha vuelto a la rutina del día a día. Se acaban las vacaciones, los niños vuelven al colegio y toca la temida vuelta al trabajo. Para algunas personas, por determinadas circunstancias, esta vuelta puede convertirse en un evento sumamente estresante, y pueden acabar desarrollando el denominado síndrome postvacacional. Tiene lugar cuando la persona no consigue adaptarse a la vida activa tras un período de vacaciones y de ocio, respondiendo con menor rendimiento a sus actividades rutinarias. Hace referencia a un estado de malestar general dando lugar a síntomas tanto físicos (cansancio generalizado, fatiga, insomnio, dolores musculares, falta de concentración…) como psíquicos (irritabilidad, tristeza, agobio, falta de interés, nerviosismo…).
Muchas investigaciones indican que este síndrome afecta más a los menores de 45 años y, sobre todo, a aquellos que se reincorporan a la rutina laboral con un breve período de transición entre las vacaciones y la vuelta al trabajo. Por eso, una de las principales recomendaciones para prevenir este síndrome es programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada. Se recomienda volver de las vacaciones entre 3 y 4 días antes de reincorporarse al trabajo, para ir retomando los hábitos y horarios, sobre todo, de sueño y comidas.
Según la ASSEP, los síntomas suelen durar entre siete y diez días. Según un estudio de Sanitas alrededor de un 20% de los afectados se recupera en uno o dos días, mientras que un 35% tarda hasta dos semanas en estabilizarse y volver a la normalidad.
Para irse recuperando progresivamente de este estado de desazón general, existen varias recomendaciones:
Adriana Larrañaga Mendoza.
Psicóloga General Sanitaria de CALM Psicología
@psicolarra / psicolarra@gmail.com
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