29 dic 2014
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Todos conocemos los prometedores, aunque en la mayoría de casos inciertos, propósitos de fin de año: “el año que viene voy a dejar de fumar, iré al gimnasio 2 veces a la semana, me tomaré las cosas con más calma, equilibraré mi vida personal y laboral...” Recibimos el año como una oportunidad de cambio y de mejora, lo cual es muy positivo. Sin embargo, suele pasar que el día 1 de enero estamos muy motivados para cambiar cosas que no nos gustan o para empezar a hacer otras que nos encantan, pero suele llegar el 31 de diciembre y estamos planteándonos de nuevo los mismos objetivos que a principio de año. ¿Por qué? ¿Lo hacemos bien? ¿Cuál es la forma correcta de plantearnos nuevos retos y objetivos? ¿Cómo podemos hacer que la motivación se mantenga y evitar la frustración por no conseguirlos?
El término objetivo puede definirse como una meta o propósito que se desea alcanzar en un tiempo determinado con la inversión de ciertos recursos. Los objetivos se alcanzan a través de ideas y herramientas que se basan en:
Algunas preguntas que podría hacerme respecto al año que se acaba para saber en qué punto me deja, y antes de plantearme nuevos objetivos para el año entrante, son: ¿Qué fue posible este año que creía imposible hasta hace poco tiempo atrás? ¿Qué me dice eso?, ¿Qué puedo aprender de lo mejor que me ha pasado durante estos doce meses?, ¿Puedo frenar un minuto y felicitarme por lo que haya logrado este año?, ¿Puedo convertir lo peor que me ha pasado durante estos doce meses en una experiencia de aprendizaje? y ¿Y si lo que no logré en el pasado fuera sólo parte de la experiencia que necesitaba para hacerlo bien esta vez?
Personalmente, creo que con un nuevo año empieza una nueva oportunidad, para hacer las cosas mejor o peor, para equivocarnos, para aprender, para crecer, para vivir… Por mucho que a veces queramos ir más rápido, y sin importar quien seamos o como seamos, lo que hayamos hecho o lo que no, todos avanzamos a un ritmo de 60 minutos por hora. Intentemos aprovecharlos al máximo y vivirlos con intensidad, ganas y en la medida de lo posible con felicidad… Que de nosotros no quede optimizar nuestro tiempo profesional, familiar y personal…
¡Feliz 2015 a todos y a conseguir todo lo que nos propongamos!
Adriana Larrañaga Mendoza.
Psicóloga General Sanitaria de CALM Psicología.
@psicolarra / psicolarra@gmail.com
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