La Clave del Éxito: la Motivación

28 may 2015

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"Hay tres grupos de personas: los que hacen que las cosas pasen; los que miran las cosas que pasan y los que se preguntan qué ha pasado." Nicholas Murray Butler.

La palabra motivación viene de "motif", que significa motor o algo que genera movimiento. Por lo tanto, estar motivados es tener una razón o deseo que nos lleva a actuar. Este deseo es nuestro punto de partida. Tiene que ser un deseo importante para uno mismo, porque sólo así estaremos dispuestos a hacer el esfuerzo que sea necesario para conseguirlo.

Tenemos dos fuentes básicas de motivación. Por un lado, la que nace de nuestro interior, de nuestras metas, sentido de vida, propósitos y esperanzas. Y por otro lado, la que surge de nuestro entorno, de los posibles “premios” que pueda darnos la sociedad (dinero, fama, atención, reconocimiento y aprobación, etc.). Si bien la motivación externa es una de las más atractivas, la interna es absolutamente determinante.

A veces ocurre que cuando iniciamos un proyecto nuevo estamos tan entusiasmados, motivados e ilusionados que gastamos toda nuestra energía en un periodo de tiempo muy corto. Así, ésta acabará agotándose antes de que podamos acabar el proyecto. La ilusión inicial es básica porque sin ella no daríamos los primeros pasos hacia nuestros sueños, pero es importante también dosificar nuestra energía para que se mantenga constante y no se agote enseguida.

Aunque dosifiquemos nuestra energía, es común, habitual, normal y natural encontrarnos en momentos en los que experimentamos falta de motivación. Muchas veces hace falta tan solo un obstáculo en el camino hacia nuestros sueños que nos lleva a abandonarlos. Pero es posible aprender a reconocer esos obstáculos, y romper los hábitos que ahogan la motivación y el entusiasmo. La desmotivación y desilusión por las cosas puede conducir a sentimientos de infelicidad y de insatisfacción.

Hay una serie de técnicas que podemos practicar para evitar desmotivarnos cuando iniciemos nuevos proyectos:

• Determina tus metas: prepara tu mapa de ruta personal y profesional. “Si desconoces tu destino nunca podrás llegar a ningún lugar”
• Plantéate retos ambiciosos pero alcanzables: sé realista y plantéate objetivos que tú creas que realmente puedes conseguir.
• Céntrate en los objetivos: uno por uno, no te sobrecargues ya que la desmotivación aparecerá enseguida. El error más común es hacer muchas cosas a la vez.
• Encuentra algo que te inspire y te divierta: recuerda aquellas cosas que antes te apasionaban, recupéralas y busca la manera de conseguirlas. Lee sobre otras personas que hayan logrado las mismas metas que tienes en mente, esto te dará pistas.
• Dile NO a la procrastinación: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy puesto que mañana aún costará más y dará más pereza.